El cepillo de dientes es un
instrumento imprescindible que no debe faltar en ningún hogar. Para que pueda
proporcionar la mejor higiene bucal diaria, es importante que este tenga unas
determinadas características.
Características óptimas
- Cabezal, ya sea pequeño o normal, que facilite el cepillado y alcance de
zonas más alejadas.
- Mango anatómico y flexible, adaptable perfectamente a la mano y a la forma de
la boca.
- Filamentos con extremos redondeados y texturizados para no dañar el esmalte
dental ni las encías.
- Perfil de los filamentos adecuado a cada necesidad, para un perfecto acceso a
los espacios interdentales.
- Zona de ataque Monotip en el cabezal, a partir de filamentos específicos
situados en posición circular, que sirve para desorganizar el biofilm dental
más resistente en aquellos lugares de difícil acceso.
- Capuchón protector, para mantener los filamentos agrupados y en condiciones
óptimas, mientras los aísla de contactos externos.
Un cepillo específico para cada necesidad
Por otro lado, existe una amplia gama de cepillos mucho más específicos, como
los cepillos VITIS para zonas de difícil acceso o bocas pequeñas, para
portadores de ortodoncia, para personas con hipersensibilidad dental, para
individuos con problemas periodontales o espacios interdentales anchos, para
usar posteriormente a una intervención quirúrgica bucal, cepillos eléctricos,
cepillos diseñados para niños, cepillos con cabezales especiales para encías y
lengua...
Otro tipo de cepillos son los cepillos interproximales INTERPROX, los cuales
permiten limpiar eficazmente eliminando la placa acumulada en los espacios
entre los dientes, entre los diferentes elementos de los aparatos de ortodoncia
y alrededor de implantes y prótesis fijas, además de entre diastemas y en el
interior de las zonas furcales.
Y, por supuesto, no hay que olvidar los limpiadores linguales, como HALITA, los
cuales permiten mantener una correcta higiene de la lengua.
Algunas recomendaciones
- Lavar y secar el cepillo después de usarlo, colocando el capuchón protector
para que dure más tiempo.
- Un cepillo en mal estado, además de no limpiar adecuadamente, puede producir
lesiones bucales. Por ello, se tiene que reemplazar cada 3 meses o cuando las
características de rigidez y firmeza de los filamentos se hayan perdido.
- Se recomienda un cepillado de los dientes después de cada comida y no olvidar
que la limpieza nocturna es la más importante del día. Siempre se debería utilizar
cepillo, pasta dentífrica, seda o cinta dental, limpiador lingual y enjuague
oral para controlar y prevenir enfermedades bucales.
- Visita a tu dentista como mínimo una vez al año: es importante mantener un
buen control de tu estado de salud bucal.
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