La palabra halitosis proviene
del latín, del término halitus (aliento) y del sufijo -osis
(estado patológico), lo que equivaldría a hablar de mal aliento.
La halitosis es un problema muy común que puede interferir de forma
negativa en las relaciones interpersonales, tanto afectivas y sociales
como profesionales.
Muchas personas no son conscientes de que la padecen hasta que un familiar o
amigo próximo se lo comenta, factor que dificulta la detección,
el diagnóstico y el seguimiento.
Origen de la halitosis:
-El 90% de los casos es de origen oral
-El 10% restante es de origen no oral: nasofaríngeo, sistémico o no
identificado
Tipo de halitosis:
Transitoria: presente solo esporádicamente y en ciertos momentos del día
Patológica: presente en espacios largos de tiempo y a distintas horas del día
Situaciones más frecuentes que producen halitosis:
-Acúmulo de placa dental
-Caries, gingivitis y periodontitis
-Boca seca, úlceras, aftas y flemones
-Algunos medicamentos
-Al despertarse por la mañana
-Tras el consumo de alcohol y tabaco
-Tras largos periodos de ayuno
-Después de la ingesta de ciertos alimentos olorosos (ajo, cebolla, picantes…)
y bebidas (café, té, etc.)
-En épocas de estrés
-Enfermedades sistémicas: diabetes, enfermedades hepáticas y pulmonares
Consejos:
Es importante realizar una correcta higiene bucal y lingual que incluya:
1.-Cepillado dental meticuloso junto con pasta dentífrica específica
2.-Limpieza interdental con cinta/seda dental o cepillo interproximal, acorde
al espacio existente entre los dientes
3.-Higiene de la lengua, utilizando un limpiador lingual
4.-Uso de un colutorio específico para la halitosis
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